LA INVENCIÓN DE MONTEPPVERDE

 

                                                            

No caben dudas de que la gente de Ciudad Futura, el partido político “sensación” en la ciudad de Rosario, vino para quedarse y actuar como una suerte de revulsivo político en un escenario dominado, desde siempre, por los partidos tradicionales. Sobre todo, frente al Socialismo que gobierna esa ciudad desde hace 20 años, y la provincia (con el FPCyS) desde hace un poco más de 10. (Lo dicen ellos).

Gente joven, emprendedora, con ideas frescas sobre la ciudad y la política, con proyectos que fueron bien vistos por gran parte de los votantes rosarinos y con conductas y actitudes que lograron “prender” y ser aceptadas en muy poco tiempo. Sus referentes, Tepp y Monteverde, pareja en la “vida real”, son protagonistas de una historia de vida interesante, particular y muy política. 

En ese terreno, el político, Ciudad Futura saltó al primer plano nacional cuando en 2017, para las elecciones nacionales de medio término, propuso una lista de DiputadAs, íntegramente conformada por mujeres. Ello para poner en agenda y hacer realidad lo que en debates se viene planteando desde hace tiempo: la igualdad real de oportunidades entre varones y mujeres para el acceso a los cargos políticos. Casi lo logran. Pero las autoridades electorales sostuvieron (correctamente) que, si de igualdad se trata y de cupos hablamos, también ello rige para los hombres. En consecuencia, tuvieron que rearmar la lista incluyendo varones.

Lo cierto es que las expectativas electorales no fueron acompañadas con votos, y CF quedo relegada al 4º lugar, con menos del 10% de los votos y logrando ubicar solo a su primer candidato. Igualmente, un resultado interesante para un partido tan joven. 

Manteniendo siempre el espíritu de partido democrático, activo, deliberativo, con fuerte participación de las bases, con una impronta marcadamente social, comprometido con una nueva manera de hacer política y de llegar a la gente, CF, luego de un Congreso multitudinario, resolvió presentar a la sociedad un nuevo proyecto, una nueva alternativa, a la que llamaron PLAN 2019

https://redaccionrosario.com/2018/03/05/ciudad-futura-explico-su-propuesta-para-2019/

Esta alternativa hacia 2019 tiene su origen en los resultados electorales del 2017, o por lo menos en la interpretación que de ellos hace esta agrupación. En Rosario, el socialismo gobernante hizo una muy mala elección, quedando en 3º lugar, por encima de CF y detrás del Justicialismo (2º). El 1º lugar, con el 37% de los votos, fue para Cambiemos, la coalición que llevó a Macri a la presidencia de la Nación. 

Golpe duro. Para el socialismo/FPCyS y el justicialismo, que gobiernan desde siempre y claro que sí, también para CF, que había apostado fuerte a las elecciones municipales.

Con el resultado puesto, y ante el peligro de una colonización más amplia de Cambiemos en Rosario/la provincia en las elecciones 2019 (léase gobernación e intendencia de Rosario) y con las consignas de detener ese avance “neoliberal de derecha” y dejar “de lado la mezquindad política y privilegiando a las mayorías por sobre los intereses estrictamente partidarios”, proponen un frente (pero no frente) que junte rivales con una cierta sintonía ideológica para enfrentar al PRO/Cambiemos. 

Dicen: “no hay claudicaciones partidarias ni búsquedas absurdas de acceder al poder amontonando a distintos, simplemente porque los partidos no se unen en un frente, sino que compiten entre sí” y “que no hay alianza, ni frente electoral”, sino unas PASO “originales” que derivarán en unas Generales “ballotage” en el que se enfrentarían el partido más votado en la interna entre aquellos tres partidos, por un lado, y Cambiemos, por el otro. Incluso apuestan a diferenciar entre alianza y ballotage, como si fueran términos comparables. No lo son. 

También dicen estar “cansados de la política tradicional en general y del socialismo en particular. El problema es que ahora, que parece que el socialismo se va, lo que viene puede ser peor.”. Y que la idea es ir juntos, pero no amontonados. Continúan: “No creemos en un “gran frente anti cambiemos”

Son buenas intenciones, una iniciativa interesante. Pero lo cierto es que lo que proponen SÍ es un gran frente, un gran frente anti/contra. No es una unión que busque garantizar un triunfo del partido, sino, y esencialmente, la derrota de Cambiemos, no importa quién sea el que gane. Claro que si ganan ellos, mejor. No significa ello que la propuesta sea o esté mala, ni que tengan mucha importancia las nomenclaturas. Para nada. En política todo es conversable, todo depende de los consensos, de las ideas, y de cómo esas ideas son asimiladas por la sociedad. Quienes antes eran adversarios y hasta “enemigos” políticos, pueden tener puntos de encuentro, coincidencias, y hasta resignar algunas aspiraciones, en pos de lograr un bien (o beneficio) más elevado. El enemigo de mi enemigo es mi amigo, dice el proverbio mal atribuido a Sun Tzu.

Pero reitero, lo que pretenden ES un frente. O, en aras de la corrección jurídica, conforme la legislación electoral santafesina, una “alianza”. Algo así como una UTE política, para llevar adelante una obra que supera largamente las posibilidades individuales, pero que puede lograrse con una unión de potencias. Una alianza es la unión transitoria de partidos en vistas a una sola elección. Y es la única forma en que esa unión (que ellos dicen que no es) pueda concretarse “electoralmente”. No hay otra posibilidad.

Y en pos de la audacia y la creatividad proponen algo que “es crear un concepto que no existe”. De nuevo, lo dicen ellos. Hablan de una interna (PASO) entre los 3 partidos. El que gana se lleva todo (en la categoría Intendente) y los otros dos se quedan solo con el sabor dulce de en el futuro, quizás, derrotar a Cambiemos, si es que eso llega a suceder. Así, llegan a las Generales y el partido vencedor de la interna enfrenta a Cambiemos en una especie de ballotage para quedarse con el Ejecutivo municipal.

Haciendo un parangón, es como si en el FPCyS fueran a las PASO socialistas, radicales y PDP con listas propias. Pero el FPCyS es un frente/alianza y lo que ellos proponen, no. ¿No?.

Para afirmarlo, sostienen que en las PASO los partidos se “mezclan” y reparten, y que, en su propuesta, el que gana se queda con todo y los que pierden sin nada. Eso no es determinante. Un acuerdo previo entre los partidos, plasmado en sus documentos constitutivos, es apto para sortear esa situación. Pero no por ello dejan de ser una alianza “formal”. Tampoco, para la ley, podrían no serlo. Si no lo crea la ley, no existe. Tienen razón

En sustento de la factibilidad del triunfo de esa “confluencia multipartidista” ellos acuden a los guarismos electorales 2017. Cambiemos logro el 37% y las tres fuerzas de la propuesta (ellos), en conjunto, 46%. El resto de los partidos, cerca de 17%. Según sus cálculos, esos porcentajes harían que cualquiera que resultara triunfante dentro de la “multipartidista” pueda enfrentar con chances ciertas al PRO. Un “estado de necesidad justificante”. Gran error es no considerar los votos de los partidos chicos, ni analizar un posible vuelco de ese 17% hacia “el otro lado”

Descuentan, en su análisis, que todos votarían igual, o parecido, que en 2017. Que los que votaron a CF disconformes con el socialismo o el justicialismo, los votarían de nuevo sabiendo que podrían “regalar” sus votos, en una suerte de “moderna ley de lemas”, a un partido que no les gusta. Y que, aun superando eso, en las Generales los simpatizantes de los perdidosos votarían al que ganó. ¿Creativo? Si. ¿Riesgoso? También. Y mucho

Para minimizar ese riesgo del que, evidentemente, son conscientes, proponen justamente “una Primaria Abierta SÓLO para la categoría INTENDENTE, y que cada partido presente aparte su lista de concejales. De forma que las diferencias sigan existiendo”. Jugada interesante que "... obliga a una arquitectura electoral compleja", dice La Capital Jugada imposible. 

En fin, la idea del PLAN 2019/AHORA PLAN 23 puede ser innovadora, creativa, valiente. Puede ser valiosa. Pero no hay libre albedrío para la creatividad electoral, que se da de bruces con dos escollos. Uno es la voluntad popular, díscola, volátil, cambiante y muy susceptible. El otro, objetivo, expreso, cierto, es la ley electoral de nuestra provincia.  Aunque... quien te dice ¿no? 

Cualquiera otra forma de intentar esta “patriada”, echaría por tierra sus propios principios y su intento de ser parte de la “nueva política” con alegaciones como aquella de que “no hay claudicaciones partidarias ni búsquedas absurdas de acceder al poder…”.

Recordemos que en 2019 CF volvió a quedar fuera del podio, aunque de cara al 2023 la situación política se presenta diferente (o eso parece). Ya no prepondera el socialismo, no existe polarización marcada y nuevos actores cobran relevancia. Pero la ley sigue siendo la misma. 

Veremos

Comentarios

Entradas populares de este blog

UNA CONSULTA INCONSULTA Y EL T.E.P. COMPLACIENTE: PERLITAS

LAS PASO SANTAFESINAS Y LAS NORMAS "A LA CARTA"

EL QUE FUE A LA VILLA, ¿PERDIÓ SU SILLA? (ó A QUIEN PERTENECEN LAS BANCAS)